Ya era hora de que llegara el buen tiempo, el veranito, se me ha hecho un invierno interminable... y ya mismo mis vacaciones, haber como lo pasamos. Este viernes tuvo Sandrita su fiesta de fin de curso de la guarderia, amenizada con un par de payasos que en vez de alegrarle la tarde a los niños lo que le dieron fue un buen sofocón y susto. Y nada Sandrita tan timitida como siempre, le cuesta a la pobre relacionarse aún con los demás niños, veremos a ver como lo pasa cuando entre al cole en septiembre, en fin un martirio por el que hemos tenido que pasar todos, yo misma también las pasé canutas las primeras semanas de colegio aún lo recuerdo vaya y mira que hace años, pero por mi timidez y lo mal que lo pasé son recuerdos imborrables.
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